La verdad silenciada
“Borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicarios, ladrones, ateos, idólatras; el infierno les espera. ¡Arrepiéntanse! Sólo Jesús puede salvarlos“. Estas fueron las palabras publicadas en una red social en 2019 por Israel Folau, jugador de Rugby australiano, uno de los más grandes de la historia. Y esas palabras fueron suficientes para que jamás volviera a jugar al rugby por su selección o mismo en su país. Su llamado al arrepentimiento fue tildado de homofóbico y ya no es bienvenido en su país.
Aunque la Biblia claramente dice que “Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios” (1 Corintios 6: 9-10), los cristianos no podemos hablar sobre esto.
Ante la publicación de Folau, los borrachos no se quejaron. Los adúlteros y mentirosos tampoco se manifestaron. Los ladrones callaron, los ateos ya sabían y los idólatras no saben que son idólatras. Los homosexuales, en cambio, quieren legitimar su conducta y siguen con su lucha por la imposición de algo condenado por Dios y su palabra.
Israel Folau puso la salvación de la humanidad por encima de su carrera profesional. Los homosexuales no lo saben, y probablemente no lo perciban así, pero Israel Folau se preocupa más por ellos que el resto de la humanidad, quienes ignoran por completo la eternidad y fomentan el comportamiento pecaminoso.
Estamos muy cerca de un momento en que la Biblia será restringida en todo el mundo. Y esta restricción condenará a más personas al infierno. La verdad será amortiguada, ocultada, silenciada.
Como cristianos, debemos amar a los homosexuales. Deben tener todo nuestro respeto y cariño. Sin embargo, esto no significa en modo alguno que su conducta deba ser aprobada. No podemos caer en el error de Romanos 1:32: “Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a quienes las practican“.
Oración: Señor, tu palabra es verdad y mi oración es que nunca sea silenciada, para que todos los pecadores se arrepientan. ¡Amén!
Versículo Base: ¿No sabéis que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No os dejéis engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y eso erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios. (NVI) 1 Corintios 6:9-11