La vaca no da leche

Una gran verdad de la vida que todos debemos entender es esta: la vaca no da leche. ¡De verdad, que no! Necesitas ordeñarla. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al corral, que posiblemente esté lleno de excrementos. Luego, debes atarle las patas, la cola y luego hacer los movimientos correctos. Ordeñar una vaca no es fácil. Se necesita habilidad. Si carece de habilidad y práctica, posiblemente fracasará en su misión.

Lo que esta ilustración quiere decirnos es esto: hay un precio que pagar.

No tengo ninguna duda de que la gran diferencia entre los ganadores y los perdedores radica principalmente en comprender (y aceptar) que hay un precio que pagar. ¡Y pagar ese precio!

Construir una carrera en una empresa requiere tiempo y esfuerzo. Requiere levantarse temprano, trabajar después del horario, estudiar, graduarse, especializarse, destacarse entre la multitud. Emprender de la misma forma. El emprendedor tiene hora para llegar a su empresa, pero no par irse. Y también necesita estudiar, aprender sobre costos, administración, formación de precios, leyes e impuestos. No hay camino fácil, pues la vaca, no da leche.

Aún ser buen padre o esposo, buena madre o esposa, tiene un precio a pagar. Y los que aceptan pagar el precio, son los que tienen familias estructuradas y felices.

Concluyo con la pregunta: ¿estás dispuesto a pagar el precio?

Oración: Señor, quiero pagar el precio que hay que pagar para crecer y convertirme en el profesional y emprendedor que quiero ser. También sé que ser padre y esposo tiene un precio que pagar. Y estoy dispuesto a pagarlo. ¡Amén!

Versículo base: Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto* la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano. (NVI) Filipenses 2:14-16