La prisa es enemiga de la perfección
Seguro que has oído el dicho: la prisa es enemiga de la perfección. Se utiliza principalmente para explicar que un trabajo bien hecho, requiere tiempo y dedicación y que si se hace con prisa no llegará a su estado óptimo, al punto ideal, al estado del arte.
En 2ª Samuel 22:31 encontramos un versículo muy conocido de la Biblia: “El camino de Dios es perfecto. Todas las promesas del Señor demuestran ser verdaderas. Él es escudo para todos los que buscan su protección”. Ahora bien, si la prisa es enemiga de la perfección y el camino de Dios es perfecto, puedo decir que la prisa es enemiga del camino de Dios.
Y si la prisa es enemiga del camino de Dios, intenta pensar en cómo es nuestro mundo. Es un lugar acelerado, de prisa, de ajetreo, cansancio, ansiedad. Nuestro mundo es simplemente una locura, porque con el apuro no puedo observar el camino de Dios, que es perfecto.
Nuestro Dios es un dios de procesos. Da forma a nuestro carácter y transforma nuestro corazón a través de procesos, a veces largos y arduos. Yo obtengo la salvación inmediatamente, tan pronto como reconozco mi condición de pecador y el sacrificio de Cristo en la cruz. Pero el proceso para que yo sea más como Cristo, ciertamente será largo y lento.
En 2ª Pedro, 3, verso 9 dice que “el Señor no es lento para cumplir su promesa”. Simplemente, no tiene prisa, porque no está condicionado por el tiempo, como tú y yo.
No tengas prisa, vive el proceso que Dios preparó para ti. Recordad: la prisa es enemiga del camino de Dios, que es perfecto.
Oración: Señor, no quiero vivir con prisa. Quiero tener paciencia y vivir el proceso que tienes para mi vida. Amén.
Versículo base: En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan. (NTV) 2ª Pedro 3:9