La máscara cayó

El Ninja Heisei fue un criminal japonés que se hizo famoso en Osaka, Japón, realizando robos vestido de ninja. Entre marzo de 2009 y junio de 2017 realizó más de 250 allanamientos y nunca fue detenido, ya que tenía mucha habilidad para escapar, escalar paredes y saltar muros.

En 2017, durante un robo, se le cayó la máscara y fue identificado y arrestado. Para sorpresa de muchos, el Ninja Heisei era un hombre mayor, de 74 años, llamado Mitsuaki Tanigawa. Durante el día se comportaba como un frágil anciano, pero por la noche revelaba todas sus habilidades para cometer sus crímenes.

Podemos engañar a todos cuando usamos una máscara. Pero cuando ella cae, debemos afrontar las consecuencias de nuestras acciones. En Mateo 23, desde los versículos 23 al 33, encontramos a Jesús haciendo caer la máscara de los fariseos. Los llama hipócritas, porque vivían una vida de apariencias, cuando su corazón estaba lejos de las cosas de Dios. “¡Qué mal les va a ir! Aparentan ser gente buena y honrada, pero en realidad son hipócritas y malvados. Son como una tumba pintada de blanco, que por fuera se ve limpia, pero que por dentro está llena de huesos y de suciedad”.

Vivir de las apariencias es hipocresía. Y ella no agrada a Dios. El Señor espera de nosotros transparencia, autenticidad y sinceridad. Sin máscaras, sin mentiras, sin engaños.

Oración: Señor, quiero ser transparente, sincero y genuino en todo lo que hago. Que no viva de apariencias y que mi corazón sea como el tuyo. Amén.

Versículo base: Señor, ¿quién puede adorar en tu santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo? Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto, los que dicen la verdad con corazón sincero. (NTV) Salmos 15:1-2