La importancia de la unidad en la pareja
Ocurrió el 28 de julio de 2010. La arrogancia de un experimentado piloto fue decisiva para el accidente de un Airbus A321-200, con 146 pasajeros y 6 tripulantes a bordo.
Desde el momento del despegue, el comandante mostró su descontentamento con su copiloto y su falta de experiencia en la aeronave. La actitud del comandante durante todo el viaje fue de humillar y criticar duramente las habilidades del copiloto. Esta postura del comandante tuvo un gran impacto en su copiloto, generando inseguridad. La situación se hizo más crítica cuando, próximo al aterrizaje, las condiciones meteorológicas eran las peores posibles y el comandante tomó decisiones equivocadas en cuanto a la aproximación, además de cometer errores en la configuración de la ruta y del piloto automático. Sin embargo, el copiloto, menospreciado e intimidado por los comentarios de su superior, no pudo cuestionar debidamente las decisiones de su comandante, que podrían haber evitado el accidente. Finalmente, el avión se estrelló contra las montañas y todos los pasajeros y la tripulación murieron.
Esta historia me hace pensar que a muchas parejas les puede pasar lo mismo. Cuando uno de los cónyuges es arrogante, y constantemente humilla y menosprecia a su compañero, la comunicación de la pareja se ve afectada y comprometida. Así, las decisiones se toman de forma unilateral, afectando a toda la familia. Un hombre o una mujer disminuidos por su pareja, se sienten intimidados para exponer sus ideas y cuestionar el rumbo que está tomando la familia.
Jesús, respondiendo a algunas preguntas de un grupo de fariseos, citó las Escrituras diciendo: “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”. (Genesis 2:24). Esto significa que junto con nuestro cónyuge, somos una UNIDAD y ya no dos seres independientes. Y se hace necesario que haya armonía de pensamiento en esta unidad, “poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.”. (Filipenses 2:2).
¿Cuál ha sido su actitud hacia su cónyuge? ¿Una actitud de respeto e inclusión en la toma de decisiones? ¿O ha sido tu actitud de arrogancia y humillación?
Oración: Señor, quiero tener una actitud de respeto e inclusión con mi cónyuge, en la conducta de mi familia. Abre mis ojos, para que pueda ver cuando soy arrogante. Amén.
Versículo base: —Bueno, él lo permitió —contestaron—. Dijo que un hombre puede darle a su esposa un aviso de divorcio por escrito y despedirla. Jesús les respondió: —Moisés escribió ese mandamiento solo como una concesión ante la dureza del corazón de ustedes, pero desde el principio de la creación “Dios los hizo hombre y mujer”. “Esto explica por qué un hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo”. Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido. (NTV) Marcos 10:4-9