La importancia de la lectura
Alguien preguntó a un profesor de Harvard, la universidad más prestigiosa del mundo, cuál consideraba él, la principal diferencia entre un estudiante de Harvard versus un estudiante de cualquier otra universidad del mundo.
Y sin tener que pensar mucho, ese maestro respondió:
– “Los estudiantes de Harvard leen mucho”.
Cualquiera pensaría que su respuesta habría sido, el método de enseñanza o los profesores de renombre. Se podría pensar que el secreto de Harvard podría ser su currículum académico diferenciado, su infraestructura o el alto nivel de exigencia de sus estudiantes, pero la respuesta era algo mucho más sencillo, y que, de hecho, podría ser “copiado” por cualquier pequeña universidad en el mundo: los estudiantes leen mucho.
Subestimamos el poder de la lectura. La lectura nos ayuda a mejorar nuestro vocabulario, desarrollar el pensamiento y el razonamiento crítico. La lectura nos hace más creativos, menos estresados y con mayor control sobre nuestras emociones. Mejora nuestra memoria, desarrolla nuestra capacidad de interpretación de textos y contextos y amplía nuestros conocimientos en las más diversas áreas. Y la lectura es accesible a la gran mayoría de la población. Pues finalmente, el precio medio de un libro se acerca mucho al coste medio de una pizza.
Y si la lectura en sí, es tan rica en beneficios, cuánto más lo será la lectura de la palabra de Dios. A todos los beneficios anteriores, sumemos muchos otros, de mayor relevancia, como conocer más a Dios, tener mayor intimidad con el Espíritu Santo, desarrollar los dones del Espíritu y transformar tu carácter.
Termino esta reflexión desafiándote a leer, al menos un libro cada mes y la palabra de Dios todos los días. Que te propongas ser un ávido lector. Así como si fueras un estudiante de Harvard.
Oración: Señor, quiero ser un ávido lector. La lectura fue tu creación, para enseñarnos, moldearnos y transformarnos. Ayúdame, Señor, a desarrollar este hábito tan importante, que traerá beneficios en todos los ámbitos de mi vida. ¡Amén!
Versículo base: Tales cosas se escribieron hace tiempo en las Escrituras para que nos sirvan de enseñanza. Y las Escrituras nos dan esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios. (NTV) Romanos 15:4
Gracias por compartir la Palabra de Dios.