La Guía Michelin

La Guía Michelin

La Guía Michelin es probablemente la guía turística más importante del mundo y se publica desde el año 1900 (así es, 1900, no me equivoqué al escribir). Publicada por primera vez por André Michelin, fundador de la empresa de neumáticos Michelin, la guía tenía como objetivo promover el turismo automovilístico, fomentando un mayor uso del vehículo en ese momento (y claramente, gastar más los neumáticos). Esta guía clasifica los hoteles y restaurantes con estrellas en una escala de 1 a 3. La guía se ha vuelto tan importante que representa el sueño o la pesadilla de los chefs de restaurantes o gerentes de hoteles en todo el mundo. El caso más emblemático puede haber sido el del chef Bernard Loiseau, que se suicidó en febrero de 2003, por el simple rumor de que perdería las 3 estrellas de su restaurante en la clasificación Michelin.

Siempre damos mucha importancia a las “valoraciones” que el mundo hace sobre nosotros mismos. Evidentemente queremos agradar y esto es natural. No es fácil vivir en el modo “no me importa” y ignorar totalmente lo que los demás piensan de cada uno de nosotros (son muy pocos que lo logran). Sin embargo, hay una valoración que siempre es mucho más importante que la que nos da el mundo: es la valoración que nuestro Dios tiene de nuestra vida.

La palabra de Dios en el libro de Romanos, capítulo 2 y versículo 16 dice que “Dios juzgará los secretos de toda persona”. Esto significa que nuestro Dios juzgará también lo que la gente de este mundo no conoce. Es posible engañar a La Guía Michelin, porque hay cosas que quizás ella no sepa o no conozca sobre los hoteles y restaurantes que evalúa. Pero nuestro Dios, no podemos engañar. Conoce incluso nuestros pensamientos más secretos.

Finalmente, más que complacer a los hombres, mi deseo es complacer a mi creador. Y para eso, necesito vivir una vida transparente ante Él. Y ser un mejor cristiano cada día.

Oración: Señor, quiero vivir una vida que te agrade. Sé que me evalúas y conoces lo más profundo de mi corazón. No quiero tener secretos en mi vida ni nada que no te agrade. ¡Amén!

Versículo base: Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio. (NVI) Romanos 2:16

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *