La gratitud es un camino a la felicidad
Un famoso cantante se separó de la madre de su hijo. Y le pagaba una pensión mensual de $ 40,000. Sin embargo, la mujer entendió que no era suficiente y presentó una demanda contra el cantante, para reclamar una cantidad mayor. El resultado fue trágico para ella: el juez entendió que el dinero que recibía era para sostener su propio estilo de vida y no para el mantenimiento de su hijo y fijó la nueva pensión en 6.700 dólares, casi 6 veces menos de lo que antes percibía.
Eclesiastés, capítulo 5, versículo 10 dice que “El que ama el dinero no se saciará de dinero”. Quien no puede agradecer lo que tiene, aunque sea poco, probablemente tampoco lo hará cuando tenga mucho. Y la ingratitud trae infelicidad, murmuración y nos lleva a tomar malas decisiones, como en el caso relatado en esta reflexión.
No es necesario ser un estudioso del comportamiento humano para comprender que existe una relación directa entre la gratitud y la felicidad. Es imposible ser ingrato y feliz al mismo tiempo. Pero cuando estamos agradecidos, somos felices. Por eso, el ejercicio de la gratitud diaria, constante, es lo que nos libra de murmuraciones y malas decisiones.
Te invito a ser más agradecido en los próximos días. Y que compruebes el impacto que la gratitud puede tener en su vida.
Oración: Señor, quiero ser más agradecido. Quiero reconocer diariamente lo que recibo de ti y abandonar la murmuración, el descontento y la infelicidad. Amén.
Versículo base: Ábranme las puertas de la justicia; Entraré por ellas y daré gracias al Señor. Este es el día que el Señor ha hecho; Regocijémonos y alegrémonos en él. (NBA2005) Salmos 118:19 y 24.