La casa sin sacerdote

El capítulo 5 de Efesios, a partir del versículo 22, es uno de los más controvertidos e incomprendidos de la Biblia. El texto trata sobre los diferentes roles del hombre y de la mujer en la familia. Y la controversia existe por la cuestión de la sumisión de la mujer a su esposo. Con eso, la parte más importante del texto termina sin mucha atención, que es el papel del hombre en la familia. Él es el sacerdote del hogar. Es responsabilidad del hombre llevar a su familia a una vida de acuerdo con la perfecta, buena y agradable voluntad de Dios. Y eso es lo que significa ser la “cabeza de la esposa.”

Hay muchas casas sin sacerdote. Muchos de ellos han dejado a sus familias, abandonándolos a su propia suerte. Otros, incluso estando allí, no verdaderamente están, porque no cumplen su papel de sacerdote. ¿Y qué papel es este? Hay 4 deberes de un sacerdote, a saber:

1. Sujetarse a la autoridad de Cristo;
2. Amar a la esposa y a los hijos.
3. Enseñar a los niños los caminos de Dios, siendo un ejemplo.
4. Orar por la familia y conducirla a una vida según la voluntad de Dios.

Sujetarse, amar, enseñar, orar y conducir. Este es el papel del sacerdote!

Las mujeres que ya no cuentan con su sacerdote – por la razón que sea – les queda entonces esa responsabilidad, como sacerdotisas del hogar.

¡Que toda casa tenga un sacerdote, es mi oración!

Oración: ¡Señor, quiero ser el sacerdote de mi hogar! Pido de tu sabiduría para ser el mejor sacerdote y guiar a mi familia para seguir tus caminos. Amén!

Versículo base: ” Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.” (NVI) Efesios 5:23