Juzguen con juicio justo
En la clásica película, que lleva el título de su personaje principal, a Forest Gump se le pregunta varias veces:
– “¿Eres estúpido o algo así?”
Y Forest Gump siempre respondía:
– “Estúpido es el que hace estupideces”.
Con esa respuesta, lo que Forest Gump quería decir es: Juzgame por lo que hago y no por lo que aparento ser. Y lo más curioso de la película es que en absolutamente todo lo que hacía, Forest tenía éxito. En el ejército, en el tenis de mesa, en la pesca o tan solo corriendo, se destacó. Su apariencia, sin embargo, era la de un tonto, de un perdedor.
El texto de hoy nos dice: “No juzguen por la apariencia, sino juzguen con juicio justo”. Y un juicio justo debe basarse en hechos, no en percepciones, opiniones o “suposiciones”.
Recuerda: las apariencias pueden engañar, las palabras pueden mentir. Pero los hechos siempre serán los hechos. Y cuando no conocemos los hechos, ni siquiera deberíamos tener una opinión sobre algo. Y permítanme decir: probablemente, solo Dios conozca realmente a los hechos, y por lo tanto, Él es el único justo juez.
Oración: Señor, no quiero juzgar a una persona o situación si no conozco los hechos. Quítame este deseo de juzgar y opinar sobre todo. Te entrego a ti todo el juicio. Amén.
Versículo base: No juzguen por la apariencia, sino juzguen con juicio justo. (NBA2005) Juan 7:24