Invirtiendo en proyectos que no existen

Entre 1995 y 1997 se produjo la que quizás fue la mayor estafa de la historia. Un nigeriano llamado Emmanuel Nwude vendió un aeropuerto a un banco brasileño por la módica suma de 243 millones de dólares. El problema es que ese aeropuerto no existía. Y durante casi 3 años, el banco brasileño envió dinero sistemáticamente a un banco en Nigeria, creyendo estar invirtiendo en un aeropuerto, que no pasaba de un fraude. Durante todo este tiempo, el nigeriano vivió rodeado de lujos, compró mansiones, autos y disfrutó de la vida, hasta que fue descubierto y arrestado.

Hay mucha gente invirtiendo en proyectos que “no existen”, que no llevan a ningún lado. Estas son personas que pasan su tiempo en Netflix, Facebook o Instagram. Son personas que invierten el mayor recurso que tenemos, llamado tiempo, en distracciones o placeres que no están produciendo nada de valor en sus vidas. Y esto no es diferente a enviar dinero para un aeropuerto que no existe, porque todos los días se “invierten” horas de tu día en “proyectos” improductivos como Youtube, TikTok o esos amigos que no aportan nada.

¿Dónde inviertes tu principal recurso llamado tiempo? ¿Qué hay en tu agenda para hoy? ¿Vás a dar buen uso a su tiempo?

Oración: Señor, quiero invertir mi mayor recurso, que es el tiempo, en proyectos que te agraden, que me permitan crecer en todos los niveles, espiritual, personal y profesionalmente. ¡Amén!

Versículo base: Por tanto, tengan cuidado cómo andan; no como insensatos sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (NBA2005) Efésios 5:15-16