Honren con su cuerpo a Dios
Todavía no he tenido la oportunidad de viajar a Francia, pero es un viaje que haré, si Dios me lo permita. Se estima que en Francia hay 45 mil castillos y 11 mil de ellos están clasificados como monumento histórico. Una curiosidad, sin embargo, es que muchos castillos se encuentran en estado de abandono. Algunos de ellos, como el de la imagen de abajo, están abandonados porque sus dueños no tienen condiciones económicas de mantenerlo.
Qué desperdicio de un castillo tan espectacular como este, abandonado. Pero mayor desperdicio es ver el templo del Espíritu Santo, descuidado. ¿Y dónde está el templo del Espíritu Santo? En ti mismo, es tu cuerpo, según 1 Corintios 6: 19-20. Y por eso, debemos cuidar nuestro cuerpo.
Un error común es pensar “mi cuerpo es mío y hago lo que quiero”. ¡Realmente no lo es! Cuando aceptas a Cristo, tu cuerpo se convierte en templo del Espíritu Santo y, por lo tanto, debe ser bien cuidado. Y cuidar bien el cuerpo significa mantenerlo sano, saludable y también presentable en cuanto a su vestimenta. O como dijo el apóstol Pablo: “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.”. Gálatas 2:20
Por lo tanto, también honraremos a Dios con nuestro cuerpo.
Oración: Señor, quiero honrarte con mi cuerpo, porque ya no soy yo el que vive, sino Cristo vive en mí. ¡Amén!
Versículo base: ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.(NVI) 1 Coríntios 6:19-20