Hábitos y metas de un cristiano
Cada final de año, mi esposa y yo promocionamos un Taller de planificación del siguiente año. Y siempre es una experiencia muy enriquecedora para todos, que pueden comenzar el próximo año con metas claramente definidas y un plan de acción listo para ser ejecutado. Y entre las actividades que realizamos durante este Taller está diferenciar metas de hábitos. ¿Por qué? Porque es común confundir lo que es una meta y lo que es un hábito. Y para explicarlo de la forma más sencilla y objetiva posible, aclaramos que un HÁBITO es lo que solo depende de mí. Una META, sin embargo, depende de eventos sobre los cuales no tengo control, aunque puedo tratar de hacer que sucedan. Un ejemplo es levantarme temprano todas las mañanas, que es un hábito y no una meta, ya que tan solo depende de mí. Todo lo que tengo que hacer es levantarme de la cama y listo, esta “meta” (que en realidad es un hábito) sería alcanzada. Una meta, más bien sería, por ejemplo, aprobar un examen, pues, aunque depende de mi esfuerzo, su resultado está relacionado con hechos que no controlo.
Llevando este concepto a nuestra vida espiritual, lo mismo se aplica a la oración y la lectura de la palabra de Dios. Deben ser un hábito en nuestras vidas, visto que solo depende de nosotros. Para poder leer la Biblia y orar todos los días, no dependo de la economía de mi país, ni del mercado laboral, ni de la tasa de cambio del dólar. Tampoco dependo del apoyo de mi pastor o mi familia. Es una decisión únicamente personal. Por lo tanto, orar y leer la Biblia es un hábito, pero mi crecimiento espiritual puede ser una meta. Ser como Daniel, José o David, o incluso la meta más alta de ser como Jesús, es un hermoso objetivo a perseguir.
Finalmente, el desafío para nosotros en esta reflexión es este: Desarrolle el hábito de orar y leer la Palabra de Dios todos los días para que su meta de ser más parecido a Cristo se pueda lograr.
Oración: Señor, mi deseo es desarrollar el hábito de orar y leer tu palabra, para ser más como Cristo. ¡Amén!
Versículo base: Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados, y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios. (NVI) Efésios 5:1-2
Sobre o Autor
Bernardo Reinke
Bernardo Reinke es brasileño, cristiano, miembro de la Iglesia Cuadrangular Carismática, en Ibague, Colombia. Nació y creció en un hogar cristiano, y comparte diariamente sus experiencias con Dios a través de devocionales simples, directas y prácticas.