Grandes victorias
No espere lograr grandes victorias con una actuación promedio. No quiera tener una vida extraordinaria si tus acciones son ordinarias (comunes). Los grandes logros requieren un esfuerzo y dedicación superiores a la media. Tienen un precio más alto que pagar.
Si haces lo que todos los demás hacen, ¿por qué tendrías resultados superiores? No es difícil saber que quien estudia más, aprende más. No es difícil pensar que aquellos que entrenan más tendrán mejor técnica o mayor capacidad. No es complicado entender que los madrugadores tienen más tiempo para trabajar.
Y cuando falta la fuerza, la palabra de Dios nos da un gran consejo para continuar: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo”, Colosenses 3: 23. Los hombres pueden decepcionarnos, pero Dios nunca nos decepciona. Nuestro Dios siempre está listo para reconocer y recompensar tu esfuerzo, porque esa es su promesa: “conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia” (versículo 24).
Oración: Señor, hoy decido hacer todo como si fuera para ti y no para los hombres. Amén!
Versículo base: “Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” (NVI) Colossenses 3: 23–24