Gente común

¿Qué pueden tener en común los actores Heath Ledger, Philip Seymour Hoffman y Bruce Lee, los cantantes Michael Jackson, Prince y Elvis Prelsey, el guitarrista Jimi Hendrix, la cantante y actriz Whitney Houston, la aclamada actriz Marilyn Monroe y la cantante Amy Winehouse?

Estas 10 celebridades están muertas y todas fallecieron prematuramente por sobredosis de medicamentos, drogas o alcohol. Y si quizás piensas que esta reflexión estará dedicada a criticar el estilo de vida que han elegido estas personas, no es ese el propósito de la misma. Esta reflexión es para hablar de los sentimientos y luchas de la gente común como tú y como yo.

Todas estas celebridades tenían las mismas luchas que tú y yo podemos tener. De acuerdo, eran famosos y tal vez no tenían los problemas financieros que tú y yo quizás tengamos. Sin embargo, sintieron el mismo vacío, miedo, tristeza y necesidad de afecto que todos sentimos en algún momento. También lloraban, luchaban con la ansiedad y querían ser aprobados y reconocidos por las personas que los rodeaban. Y de pronto, tomaron malas decisiones, se juntaron con las personas equivocadas y sus adicciones los llevaron a la muerte.

¿Qué le faltó a cada uno de ellos? Un verdadero encuentro con Cristo. Lo más probable es que muchos de ellos conocieron a Cristo, de oír hablar de él o incluso al asistir a una iglesia en algún momento de sus vidas. Sin embargo, conocieron a Cristo solo “de oídas“, sin haber vivido jamás un encuentro real con él.

Mi deseo es que tú y yo tengamos este encuentro real con Cristo.

Oración: Señor, las celebridades no son más que personas comunes, como yo, que tienen luchas, ansiedad, miedo o tristeza y que necesitan un encuentro real contigo. ¡Amén!

Versículo base: Ahora escúchame, que voy a hablar dijiste;[1] yo te cuestionaré, y tú me responderás. De oídas había oído hablar de ti, pero ahora te veo con mis propios ojos. (NVI) Job 42:4-5