Encontrando la solución a mi problema
Estaba leyendo un artículo sobre los animales más inteligentes del mundo. Y entre ellos estaba el elefante. Los elefantes, además de tener un gran cerebro y ser conocidos por su memoria, tienen una capacidad que desconocía: la ingestión de hierbas y plantas con fines medicinales. Los elefantes ingieren hierbas para curar enfermedades e incluso inducir el parto.
El mismo Dios que enseñó a los elefantes a ingerir hierbas medicinales es el Dios que cuida de ti y de mí. Dios ha permitido que los elefantes encuentren sus propias soluciones de la misma manera que nos ha permitido a ti y a mí a encontrar soluciones a nuestros problemas.
Fuiste diseñado por Dios. Él te ha dado habilidades, capacidades únicas, que están en ti y necesitan ser desarrolladas. Él espera que encuentres tus propias soluciones a partir de estas habilidades que te ha dado. Eres infinitamente más inteligente que un elefante, que solo por instinto encuentra hierbas medicinales.
Decide hoy tomarte unos minutos para reflexionar sobre esta difícil situación que necesita ser resuelta. Ora, habla con Dios, lee su palabra. La solución puede estar justo frente a ti.
Oración: Señor, tengo esta situación que necesito resolver. Y sé que fui criado por ti, con habilidades especiales y la capacidad de encontrar soluciones. Ayúdame a encontrar la solución a este problema. Amén.
Versículo base: Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! (NVI) Salmo 139:13-14