En la casa de mi Padre hay muchas moradas

Imagina comprar un viaje a las vacaciones de tus sueños en Grecia. Tú y tu familia compraron todo a través de una agencia de viajes. Sin embargo, al llegar a Grecia descubre que su reserva de hotel no existe. La agencia, ocultando sus dificultades económicas, no reserva el hotel y ahora estás en Grecia, con toda tu familia y sin reserva de hotel. Llamas a tu agente de viajes que inventa mil historias, pero que no puede resolver tu problema. Este es un caso real, que le sucedió recientemente a una mujer brasileña y su familia y que sucede muchas veces y en muchos lugares del mundo.

Afortunadamente, no tendremos el mismo disgusto cuando lleguemos al cielo. Nuestra reserva en el cielo está garantizada, porque Jesús no falla en sus promesas. Y él dijo: “En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes“.

¿Alguna vez has tratado de imaginar cómo será tu hogar en el cielo? Estoy seguro de que será mucho más extraordinario que el mejor hotel de Grecia. Y si has aceptado a Cristo como tu Señor y Salvador, tu reserva está garantizada.

Oración: Señor, gracias por tener un lugar para mí en el cielo. Estoy seguro de que será un lugar extraordinario. Amén.

Versículo base: En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes. Y si me voy y les preparo un lugar, vendré otra vez y los tomaré adonde Yo voy; para que donde Yo esté, allí estén ustedes también. (NBA2005) Juan 14:2-3