El verbo se hizo hombre

Jesus ha nacido y los reyes magos se aproximan. Juan 1: 14

Es asombroso pensar que Jesucristo vino a la tierra. El mismo Dios, se hizo hombre para habitar entre nosotros, viviendo como un ser humano y mostrándonos la forma correcta de vivir. Es asombroso.

Es aún más sorprendente pensar que este mismo Dios, siendo el dueño y creador de todas las cosas, se sometió para nacer pobre, en un pesebre, hijo de un carpintero y vivir humildemente, enseñando, sirviendo, siendo ejemplo y lavando los pies de los discípulos.

Ese mismo Dios, llamado verbo, porque a través de Él, por la palabra, todas las cosas fueron creadas y están descritas en Génesis, fue violentamente castigado y asesinado simplemente por predicar amor a Dios y al prójimo. Si, es asombroso!

¡Es por eso que, en un día como hoy, me sorprende pensar cuán pequeño soy y cuán insignificante es mi trabajo en esta tierra, ante un Dios tan grande!

¡Alabado sea el nombre de nuestro Dios!

Oración: Jesús, te agradezco por venir a esta tierra para darme la salvación. ¡Alabado sea tu nombre para siempre! Amén!

Versículo base: “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” (NVI) Juan 1: 14

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