El tigre y el burro
Este cuento trae una discusión entre un tigre y un burro.
– “¡El pasto es azul!” – gritó el burro.
– “No, el pasto es verde” – insistió el tigre.
Para zanjar el asunto, el burro propuso consultar al león, el rey de la selva, y escuchar su veredicto.
Ya ante el león, el burro inmediatamente habló:
– “Su Majestad, el pasto es azul, pero el tigre insiste en decir que es verde. El pasto es azul, ¿no?“.
– “Sí, el pasto es azul” – determinó el león.
El burro saltó de alegría por haber ganado la discusión y pidió castigo para el tigre, por insistir en que el pasto es verde.
– “Tigre, serás castigado con 5 años de silencio” – decretó el rey león.
El burro se alejó, feliz como estaba, ya que no tendría que escuchar al tigre durante 5 años.
El tigre, sin embargo, se acercó al rey león y le preguntó.
– “Majestad, si me permite una última palabra… ¿por qué fui castigado si usted sabe, el pasto es realmente verde?“
El Rey León respondió:
– “No fuiste castigado por decir que el pasto es verde, porque realmente es verde. Fuiste castigado por discutir con un burro y venir aquí a molestarme con esta discusión tonta. Nunca se discute con un burro“.
Esta pequeña historia está respaldada por Proverbios 26: 4, que dice: “No respondas a los argumentos absurdos de los necios o te volverás tan necio como ellos“. Al discutir con el burro, el tigre sabio se volvió tan necio como él.
Cuando tengas un necio delante de ti, recuerda una cosa: la sabiduría es demasiado preciosa para desperdiciarla con un necio. Si discutes con un necio, no harás buen uso de tu sabiduría. Por el contrario, tu sabiduría será motivo de broma en su boca. Y finalmente, toda discusión no es más que un deseo carnal y humano. Las discusiones no pertenecen a los sabios.
Oración: Señor, no quiero discutir con los necios, porque sé que las discusiones no pertenecen a los sabios. ¡Amén!
Versículo base: Como la nieve no es para el verano ni la lluvia para la cosecha tampoco el honor es para los necios. Como gorrión que revolotea o golondrina que vuela sin rumbo, la maldición inmerecida no llegará a quien iba dirigida. Guía al caballo con el látigo, al burro con el freno, ¡y al necio con la vara en la espalda! No respondas a los argumentos absurdos de los necios o te volverás tan necio como ellos. (NVI) Proverbios 26:1-4
Así son las mujeres hoy..el hombre es el tigre y la mujer el buró..cuando el hombre dice la realidad que a la mujer no le gusta oír 🙂 siempre la mujer dice lo contrario de lo que piensa