¿El tiempo pasa demasiado rápido?

No sé si ya te has dado cuenta, pero mañana es Navidad. Un año más está muy cerca de terminar y muchos tenemos la sensación de que ayer nos acostamos y era abril, y hoy nos levantamos en diciembre. El año ha pasado rápido, ya se acaba y parece que el tiempo ha pasado volando.

Dicen que el tiempo pasa lento para quien espera. Para quienes están en prisión, los días, los meses y los años tardan en pasar. También se dice que el tiempo es largo para el que sufre y corto para quien celebra.

Si el tiempo pasa rápido o no, en realidad es sólo una sensación. Porque el tiempo es el mismo y nunca cambia. Los años tienen 365 días, los meses tienen 30, las semanas tienen 7 días y los días tienen 24 horas. Y así ha sido durante mucho tiempo.

No sé cuántos días has vivido en esta tierra. Hice los cálculos ahora y descubrí que con el día de hoy ya he vivido 17.525 días. Y la vida que hoy vivo es resultado de las decisiones que tomé y del camino que elegí en estos más de 17 mil días. Por supuesto, mi vida también se ha visto impactada por las decisiones de otras personas, especialmente las de mis padres en los primeros años de mi vida, y de otras personas que he conocido a lo largo del camino. Pero debo recordar siempre que soy responsable de mis decisiones y de lo que hago en cada día que Dios me ha dado.

¿Qué has estado haciendo con el tiempo que Dios te ha dado? Pasó rápido, lo sé. Pero tomaste decisiones y escogiste caminos. ¿Cómo evalúas las decisiones que tomaste? Pero más importante que eso: ¿Qué vas a hacer con el tiempo que te queda? ¿Qué decisiones necesitas tomar?

Y en cada decisión que tomes, recuerda a tu creador. No dejes a Dios por fuera. Invítalo a ser parte de tu vida, de tus elecciones, de tu camino. Y tus días, aunque pasen rápido, serán días guiados de la mano del Señor.

Oración: Señor, te necesito en mi camino. Quiero tomar buenas decisiones, escoger el camino correcto. Y sé que puedo hacerlo si cuento con tu guía. Amén.

Versículo base: Dios mío, solo una cosa te pido, solo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración. (BTLA) Salmos 27:4