El que tenga sed, ven
Mi amigo Lauri siempre me envía fotos de su tiempo y de todo lo que siembra y cosecha: irradia, pepino, berenjena, lechuga y muchas otras verduras. Y junto a las fotos me envió esta reflexión:
“A pesar de la sequía, el tiempo y el clima desfavorable, siempre tengo suficiente para nosotros y para compartir con vecinos y familiares. ¿Y saben por qué? ¿Por qué les doy suficiente agua diariamente para que se mantengan verdes y productivos a pesar de las circunstancias (clima seco y muy caluroso). Cuando comparo las fotos de las verduras con la lectura de Apocalipsis 22:17 veo que nuestra vida no es diferente. Hay días en que nos marchitamos y secamos como una planta sin agua. ¡Pero el agua de la vida está disponible y es gratis! Para matar nuestra sed espiritual, vayamos a buscar diariamente del agua de la vida. Un día sin orar o sin leer la Biblia nos deja marchitos y sin fuerzas. Necesitamos saciar nuestra sed todos los días”.
Que sábias las palabras de mi amigo Lauri. Que tú y yo nos sintamos desafiados a buscar agua de la fuente de la vida, todos los días.
Oración: Señor, quiero buscar agua de la fuente de la vida, todos los días de mi vida. No marchitarse y morir seco. Amén.
Versículo base: El Espíritu y la novia dicen: “¡Ven!”; y el que escuche diga: “¡Ven!” El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida. (NVI) Apocalipsis 22:17