El penalti y el VAR

Defensas hacen penalti contra un delantero. Santiago 1:20

El penalti en el fútbol también se conoce como la pena máxima. Esto se debe a que no hay mayor penalización posible para un equipo que un tiro penal en su contra. Y siempre genera polémica, dentro y fuera del césped. Genera polémica cuando se marca y cuando no. Y tras la discusión entre jugadores y árbitros, se convierte en tema de debate en programas deportivos, grupos de whatsapp y mesas de bar.

Hoy, con la tecnología VAR, el árbitro tiene la oportunidad de revisar la jugada en una pantalla, tantas veces como sea necesario, para tomar una decisión correcta. Fin de la polémica, ¿verdad? ¡Incorrecto! Parece que han aumentado. Todavía vemos errores, debates, peleas y discusiones. Porque varias personas analizando una misma imagen, en 6 ángulos distintos, e incluso a cámara lenta, siguen teniendo opiniones distintas. Algunos dirán que fue penal y otros dirán que no.

Si es tan difícil juzgar una sola jugada, con tantas cámaras y recursos, ¿por qué pensar que podemos juzgar a alguien que ni siquiera conocemos? Es asustador ver lo que pasa hoy en nuestro mundo. Juzgar y etiquetar a alguien, sin la más mínima información, se convirtió en algo tan rápido que una sola frase dicha por alguien es suficiente para hacer un diagnóstico completo de su vida.

Para dar un ejemplo de lo que estoy hablando, hace un tiempo hice una pregunta en Facebook (mire bien, fue tan solo una pregunta) y me llamaron idiota, sexista, imbécil y otras palabras que no se pueden escribir aquí. Juzgado, etiquetado y condenado por una pregunta, donde no expresó ninguna clase de opinión. Tan solo hice una pregunta.

Todos debemos luchar contra el juicio y las etiquetas que ponemos a los demás. Esta es una batalla que todos debemos ganar.

Oración: Señor, quiero ser lento para enojarme y juzgar a mi prójimo. Porque sé que la ira del hombre no produce la justicia de Dios. ¡Amén!

Versículo base: Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere. (NVI) Santiago 1:19-20

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