El nombre que está sobre todo nombre
Estaba leyendo la historia de una mujer británica que tiene una enfermedad rara. Es una enfermedad tan rara que ni siquiera tiene nombre. Ahora con 46 años, desde los 11 años iba al médico, se hacía exámenes, consultas, sin tener nunca un diagnóstico exacto de lo que tenía. Muchos médicos decían que no tenía nada, que su idea de tener una enfermedad era solo psicológica. Hasta que al final de su adolescencia, su visión, habla, audición y movilidad se deterioraron. Se estima que cada año nacen 6.000 bebés con enfermedades tan raras que ni siquiera tienen nombre.
Qué difícil luchar contra un enemigo invisible, cuyo nombre ni siquiera sabemos. Sin embargo, si no sé el nombre de mi enemigo, de dónde viene, cómo es o qué hacer para combatirlo, solo necesito recordar el nombre de quien pelea junto a mi: ¡JESUCRISTO! Incluso si no sé el nombre de mi enemigo o no puedo entender lo que me sucede, puedo buscar diariamente al que conozco bien y cuyo “nombre está sobre todo nombre“. En Jesucristo puedo tener paz y esperanza. Porque en su nombre toda rodilla se doblará.
Oración: Jesucristo, tu nombre es sobre todo nombre. Tu nombre es más grande que mi lucha, que mi problema y mi dificultad. En ti confiaré. Amén.
Versículo Base: Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (NVI) Filipenses 2:9-11