El muerto que no murió
Ocurrió en Alagoinhas, Bahía, en Brasil. Una familia fue llamada a reconocer el cuerpo de una persona encontrada sin vida. La familia del lavador de autos Gilberto Araújo lo reconoció y el domingo comenzó el velatorio en la casa de la madre de Gilberto. Pero el lunes por la mañana, mientras aún se realizaba el velatorio, para asombro de todos, Gilberto Araújo entró a la casa de su madre, sorprendido por encontrar su próprio velatorio. El episodio generó distintas reacciones y un centenar de curiosos que se desplazaron hasta el lugar, simplemente para ver al muerto que no murió. Pero ¿qué había pasado? Una identificación errónea por parte de la familia, reconociendo a Gilberto como el fallecido.
Tal vez tú y yo también consideremos “muerto” algo que no ha muerto. Un proyecto, una promesa de Dios, un sueño o incluso una familia o relación se dan por “muertos” a causa de nuestro desánimo, cansancio o frustración.
Hoy es el día de reconocer que este proyecto está vivo. Es el día para recuperar fuerzas y salir a salvar esa familia, rescatar ese matrimonio, recuperar la confianza de tus clientes o jefes en el trabajo. Es un día perfecto para empezar de nuevo. El Señor te dice hoy: “Yo hago algo nuevo, Ahora acontece; ¿No lo perciben? Aun en los desiertos haré camino Y ríos en los lugares desolados”, Isaías 43:19
Oración: Señor, necesito tu fuerza para recuperar este proyecto, salvar a mi familia y mi matrimonio. Muéstrame, Señor qué hacer. Amén.
Versículo base: Yo hago algo nuevo, Ahora acontece; ¿No lo perciben? Aun en los desiertos haré camino Y ríos en los lugares desolados. (NBA2005) Isaías 43:19