El más injusto de todos los juicios

Hoy es el día para recordar el más injusto de todos los juicios. Nunca ha habido ni habrá, sobre la faz de la tierra, juicio y proceso más injusto que el que enfrentó Jesucristo.

El juicio de Jesús fue el más injusto de todos los tiempos, no sólo porque condenó a un inocente, como ya sabemos. Pero también porque violó varias leyes, incluidas las propias leyes judías. Caifás y los demás líderes fariseos tenían prisa por matar a Jesús y tenían miedo de que en el Sanedrín Jesús no fuera condenado a muerte, pues ya había líderes fariseos que eran “simpatizantes” del mensaje de Jesús, como eran Nicodemo, José de Arimatea y Gamaliel.

Por esta razón, Caifás procuró que Jesús fuera arrestado durante la noche y llevado a su casa (Lucas 22:54), y no al templo, donde debía reunir al Sanedrín para juzgar a Jesús. El Sanedrín estaba compuesto por más de 70 líderes fariseos y podemos estar seguros de que Caifás no habría reunido a 70 líderes en su propia casa durante la noche. Y como sabía que él mismo no podía condenar a Jesús a muerte, buscó la manera de que fuera juzgado y condenado por los romanos.

Jesús fue condenado a muerte sin un juicio justo, en presencia del Sanedrín. Jesús tampoco tuvo un abogado defensor. Fue condenado sólo por la presión política ejercida sobre Pilato, quien reconoció su inocencia y aún así lo condenó.

Por eso, cuando te sientas agraviado, recuerda que Jesús puede, mejor que nadie, comprender lo que sientes. Él aceptó la injusticia por amor a ti y a mí. Y por eso hoy podemos dar gracias a Dios, por tan infinito amor.

Oración: Señor Jesús, hoy sé que tu juicio fue el más injusto que jamás ha existido en este planeta. Pero yo te doy gracias, porque a causa de este juicio injusto, hoy tengo esperanza y vida eterna. Amén.

Versículo base: Pilato se dirigió a los principales sacerdotes y a la multitud y les dijo: —”¡No encuentro ningún delito en este hombre!” Entonces Pilato llamó a los principales sacerdotes y a los otros líderes religiosos, junto con el pueblo,  y anunció su veredicto: “Me trajeron a este hombre porque lo acusan de encabezar una revuelta. Detenidamente lo he examinado al respecto en presencia de ustedes y lo encuentro inocente”. (NTV) Lucas 23: 4, 13 e 14.

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