El día para recoger los regalitos

Devocional escrito por mi amigo y consejero, Lauri Bastian.

Como escribí ayer, el 24 de diciembre era el día para enfrentar a Papá Noel y tener una cena navideña familiar.

Y de niño, era difícil dormir la noche del 24, la ansiedad era grande, porque temprano, ya nos permitia ir a la casa de nuestros padrinos y madrinas, más cercanos a nuestra casa, a buscar nuestros regalos de Navidad.

Era un momento de mucha felicidad, porque ahora solo quedaban los regalos, el encuentro con Papá Noel ya había pasado.

Hoy en día, Papá Noel ya no usa su vara del castigo, y creo que pocas personas son visitadas en sus casas por el anciano barbudo.

Hoy en día, Papá Noel es más comercial, moderno, lo máximo que hace, es sentarse frente a un árbol de Navidad o casa comercial, y repartir algunos dulces o colombinas a cambio del chupete de niños que deben dejarlo.

Pero todo esto es cultural, es tradición. Lo que realmente importa es que Cristo nació y celebramos su nacimiento el 25 de diciembre.

Cristo también tiene algo que ofrecer, no el cambio de un pezón por una paleta, sino más bien el intercambio de una vida de pecados por una vida nueva en Cristo Jesús.

Oración: Jesús, hoy celebramos tu nacimiento, y viniste al mundo para ser nuestro Salvador y Señor, ven a mi corazón y hazlo tu hogar Dame Señor el mejor regalo de Navidad el derecho a la vida eterna. Amén

Versículo base: Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí. Juan 14:6