El corazón ansioso
La ansiedad no es más que una angustia anticipada por el futuro.
Podemos estar ansiosos esperando cosas buenas o peor aún, ansiosos pensando en algo malo que podría suceder. Es una “pre-ocupación”, es decir, estar “ocupado antes”, pensando mucho en algo que no ha sucedido o que tal vez nunca ocurra.
El versículo de hoy dice que “el corazón angustiado deprime al hombre”. Pero no termina ahí. Agrega que “una palabra amable lo alegra”. Entonces me pregunto si he sido portador de palabras amables, de ánimo y aliento. ¿Cuál es mi reacción a la ansiedad del otro? ¿Me pongo ansioso también o busco palabras que puedan calmar y alegrar a mi prójimo?
La invitación de hoy es que seamos portadores de palabras amables, de ánimo, de aliento. También te invito a que seas más consciente de tu entorno hoy sobre cómo está tu prójimo. Mire y busque las palabras de lo alto para animar a su vecino y darle esperanza.
Sé portador de palabras amables. ¡Un gran día para ti!
Oración: Señor, hoy te pido que me ayudes a controlar mi ansiedad. Y ayúdame a ser alguien que ayude a otros en sus ansiedades. Quiero ser portador de palabras amables que alienten a mi prójimo. Me enseña a observar para identificar un corazón roto que necesita una palabra de ánimo. Amén.
Versículo base: La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra. (NVI) Provérbios 12: 25