El corazón amargurado

Un corazón herido. Proverbios 4:23

Para aquellos que tienen un corazón amargurado es difícil reconocer, alabar o animar a alguien. Un corazón amargado no puede ofrecer una felicitación sincera o estar feliz de ver al otro feliz. Es difícil sonreír con la felicidad del otro. Incluso es complicado un “Like” o comentar una foto de alguien en las redes sociales.

Cuando dejo que la amargura se apodere de mi corazón, no logro alegrarme con la felicidad del otro. Y es por eso que siempre debemos cuidar nuestro corazón: “por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23).

Y es muy fácil dejar contaminar el corazón. Porque el mundo no cuidará de él. Es posible que las personas a su alrededor no se preocupen por cuidar de ti y de tus sentimientos. Por lo tanto, es necesario que tu mismo te ocupes de cuidar a tu corazón y que busques en Dios todas y cada una de tus necesidades. Porque nuestro Dios es “Dios clemente y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.” (Salmo 86:15).

Pueden haber lastimado tu corazón. Pero en Dios encontramos la esperanza de sanar toda la amargura en nuestros corazones.

Oración: Señor, quiero liberar mi corazón de toda amargura. Sé que solo tú eres la respuesta a todas mis necesidades. Amén!

Versículo base: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.” (NVI) Provérbios 4: 23

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