El asombro del enemigo

Algunos registros hablan de la reacción de las tropas alemanas, en el libro “Dia D, Minuto a Minuto”, de Jonathan Mayo. “¡Imposible, no puede haber tantos barcos en el mundo!”, fue una de las frases de un general alemán. Según los informes, otro dijo: “Cada vez que disparo a un soldado en la playa, aparecen un millón más”. Otro gritaba: “Tienen más barcos que nosotros tenemos soldados”. Los soldados alemanes quedaron asombrados al ver la cantidad de aviones en el aire y barcos en el mar. Era evidente que la guerra se había perdido.

Algo similar sucede en el mundo de los espíritus cuando oramos. No podemos ver con nuestros ojos, pero el enemigo se asombra cuando ve el ejército de ángeles que viene a pelear por nosotros.

En el libro de Apocalipsis, capítulo 12, encontramos un pasaje que nos ayuda a imaginar cómo es esta lucha que no podemos ver. Refiriéndose a los últimos días, el libro tiene esta descripción: “Luego hubo una guerra en el cielo. Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón, y el dragón y sus ángeles se defendieron. Pero estos no eran lo suficientemente fuertes, por lo que perdieron su lugar en el cielo”.

No sé ustedes, pero trato de imaginar la guerra que se desarrolla a diario en el mundo de los espíritus. Y puedo imaginar la expresión de asombro del enemigo, al ver un gigantesco ejército de ángeles luchando por mí, cada vez que doblo mis rodillas en mi habitación y busco a Dios en oración.

Oración: Señor, cada día quiero buscarte en oración, para que envíes tu ejército de ángeles a pelear por mí. ¡Amén!

Versículo Base: Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; éste y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue arrojado a la tierra. (NVI) Apocalipsis 12:7-9