El anciano vendedor de rosas

Un anciano vende rosas en la calle por la noche

Se cuenta que cierto joven, heredero de una gran empresa, conoció a una hermosa joven y la invitó a salir. En su auto de lujo, pasó por su casa puntualmente, a las 8 de la noche, como había quedado. De camino a un restaurante caro, se detuvo en un semáforo donde estaba parado un anciano vendedor de rosas.
– “¿Rosas para la señorita, mi noble caballero?” preguntó el anciano.
– “¿Cuándo por cada rosa, viejo?
– “¡Son $ 5 cada uno, señor!” El anciano respondió con una sonrisa.
“Solo tengo $ 3 aquí. ¡Tómalo o déjalo!” ¡Ofreció el joven!
“Está bien señor, aquí está su rosa”.
Más tarde, en el restaurante de lujo, cuando llegó la cuenta, el monto era de $ 530.
El joven, sin dudarlo, pagó $ 600 y le dio su cambio al mesero.
Fue entonces cuando la joven, que lo acompañaba, preguntó.
– “Regateaste por una rosa de $5 con un anciano, pero no te importó pagar $530 en este elegante restaurante y aún así darle $70 como propina al mesero. ¿Por qué ser tan duro con un pobre anciano necesitado y tan desprendido del dinero aquí en el restaurante?
El joven, que no se intimidó por la pregunta, respondió casi riendo:
– “A este anciano, a nadie le importa que lo exploten. De hecho, él ni siquiera se da cuenta“.
A lo que la niña respondió:
– “Tal vez el anciano no se dé cuenta. Pero yo sí me doy cuenta del tipo de persona que eres. Es exactamente del tipo del que quiero alejarme“.

Realmente necesitamos ser selectivos con las personas con las que interactuamos. Ya decía una frase muy cierta: “El mejor indicador del carácter de una persona es cómo trata a las personas que no le pueden ofrecer ningún beneficio”. Mira cómo tus amigos, novio (especialmente tu novio, ya que todavía hay tiempo) o colegas tratan a las personas que no pueden defenderse. Esto te mostrará si son personas con las que debes pasar tiempo o no.

Finalmente, como bien dijo Salomón: “El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado”.

Oración: Señor, quiero ser selectivo en la elección de mis amigos y relaciones. No quiero ser compañero de tontos. ¡Amén!

Versículo base: El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. (NVI) Provérbios 13:20

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *