Donde hay alabanza, hay transformación

Un musico exaltando al Señor

Se dice que un hombre conoció a Cristo, entregó su vida a Él, y desde entonces, buscaba que sus amigos también aceptaran a Jesús. Entre estos amigos habían 4 músicos, que tenían una banda y tocaban en eventos como graduaciones, bodas y cumpleaños. Dos meses antes de su cumpleaños, ese hombre le pidió a sus amigos músicos que tocáran para su cumpleaños. Pero hizo una petición especial:

-“Quiero que toquen en mi cumpleaños, pero no las canciones que suelen tocar y sí, una lista de 20 canciones nuevas. Serán canciones de alabanza a Dios”.

-“No sabemos tocar estas canciones“, respondieron.

“Tienen 2 meses para ensayarlas. Seguro que aprenderán”, insistió el amigo.

Los 4 músicos, como querían mucho a ese amigo, decidieron hacer lo que él les pedía. Y durante 2 meses ensayaron y cantaron aquellas 20 canciones de alabanza a Dios seleccionadas por su amigo. El día del cumpleaños, ahí estaba la banda, tocando las canciones elegidas y todo salió muy bien.

Pasaron unos días y esos 4 músicos fueron a visitar a su amigo.

-“Tenemos que decirte algo“, decían.

Cuando se juntaron, dijeron:

“Desde que empezamos a tocar esas canciones, nuestra vida nunca más fue la misma. Una paz misteriosa se apoderó de todo, y cada mañana sentíamos la necesidad de volver a tocarlas. Estamos aquí porque queremos saber más de Jesús”.

Donde hay alabanza, hay transformación. Por eso es tan importante llenar nuestro entorno de alabanzas a Dios. Comienza hoy, llenando tu día de canciones de adoración a Dios. Desarrolla el hábito de escuchar alabanzas en lugar de la música que sueles escuchar. En la noche oscura y en el día de la batalla, alaba a Dios. Y verás lo que él va hacer.

Oración: Señor, quiero llenar mi hogar y mi ambiente de trabajo con alabanzas a ti. Porque sé que hay poder y transformación en medio de tus alabanzas. Amén.

Versículo base: Canten alabanzas al Señor, ustedes Sus santos, Y alaben Su santo nombre. Porque Su ira es solo por un momento, Pero Su favor es por toda una vida. El llanto puede durar toda la noche, Pero a la mañana vendrá el grito de alegría.  (NBA2005) Salmos 30:4-5

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