¿Dónde estarás dentro de 100 años?
Te invito ahora a pensar en el 23 de julio de 2123. Sí, exactamente dentro de 100 años.
En este día, tú y yo ya estaremos enterrados, junto con nuestros cónyuges, amigos, compañeros de trabajo y el 99,9% de la población que ahora vive en este planeta.
El mundo, tal como lo conocemos hoy, ya no existirá. Ningún actual presidente de la república estará en el poder. Ningún cantante o actor famoso de la actualidad estará vivo. Messi, Cristiano Ronaldo y Neymar solo serán recuerdos y estadísticas en la historia del fútbol.
Tu carro, que tanto cuidas hoy, no será más que chatarra en un depósito. Otra familia vivirá en tu casa y extraños serán dueños de lo que ahora es tu propiedad. Es posible que su trabajo ya no exista, así como la empresa para la que trabajas. Y aunque la empresa aún exista, tal vez nadie se acuerde de ti y de cuánto te has dedicado a esta empresa.
De hecho, en el año 2123, es posible que nadie recuerde que pasaste por esta tierra. O piensa, ¿cuánto sabes sobre el padre de tu abuelo? Quizás eso sea todo lo que sabrán de ti en el año 2123.
A medida que pasa el tiempo, poco a poco seremos olvidados. Poco después de nuestra partida, seremos fotos en los estantes, que con el paso de los años irán a parar a una caja en el sótano y, finalmente, van a terminar en el camión de la basura.
Sí, seremos olvidados. Y todo aquello por lo que hoy luchamos y nos preocupamos ya no tendrá sentido ni importancia.
Pero, aún con todo eso, yo sé dónde quiero estar en 2123. Y no es en los libros de historia ni en la memoria de nadie. Quiero estar en la eternidad con Cristo. En el año 2123 y también en el año 2223 o en el año 10000, quiero estar con mi salvador, en la eternidad.
Por eso, más importante que cualquier título, propiedad o posición social que pueda tener en esta vida, es la conquista de la vida eterna. “¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma?” Y yo mismo respondo: no sirve de nada.
Oración: Señor, yo sé que de nada sirve conquistar las cosas de este mundo, si para conquistarlas, voy a perder mi alma. La eternidad contigo es más importante que cualquier cosa que pueda tener aquí. Amén.
Versículo base: ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? (NTV) Marcos 8:36