Distanciamiento social
Cuando aún vivía en Brasil, durante un tiempo, estaba al frente de un grupo de amigos, organizando partidos de fútbol los sábados (mañana o tarde, según la estación del año). Recuerdo la dificultad que tenía para juntar 10 hombres para un partido, entre mi lista de amigos en WhatsApp. Después de un tiempo, me cansé de “insistir” y el fútbol de sábados se terminó. En ese momento, aún no se usaba esta “expresión”, pero en cierto modo, ya vivíamos en “distanciamiento social“.
Jugar al fútbol o practicar cualquier actividad física nos brinda muchos beneficios científicamente probados, como mejora de la memoria, concentración, estado de ánimo y bienestar. También es importante para combatir la depresión y la ansiedad, ya que reduce el estrés y la tensión arterial. Si se practica con frecuencia tiene resultados que muchos no conocemos, cómo regular el intestino y reducir el colesterol. También fortalece los músculos, quema calorías y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial.
Estoy seguro de que el distanciamento social acabó con muchos grupos de fútbol. Sin embargo, estos grupos ya estaban “muriéndose” por algún tiempo, incluso antes del Covid-19, porque todos estamos muy ocupados. Estamos tan ocupados que ni siquiera tenemos tiempo para un partido de fútbol el sábado. Y tantas ocupaciones no nos permiten cuidar de algo tan importante como nuestra salud física y mental.
Es importante recordar siempre las palabras de Jesús a Marta, en Lucas 10:41 y 42: “–Marta, Marta –le contestó Jesús–, estás inquieta y preocupada por muchas cosas”. Detente ahora y piensa: ¿El distanciamiento social te quitó el fútbol o el deporte de la semana o ya no era parte de tu vida durante mucho tiempo? ¿No será que nos preocupamos también por muchas cosas, tu y yo?
Oración: Señor, nuestro cuerpo fue diseñado por ti. Y en su gran sabiduría, ya había pensado en la practica de ejercicios físicos y deportes como algo que haría bien a nuestro cuerpo. Ayúdame Señor a tener tiempo y lugares para practicar deportes con amigos. ¡Amén!
Versículo base: Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía. Marta, por su parte, se sentía abrumada porque tenía mucho que hacer. Así que se acercó a él y le dijo: –Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sirviendo sola? ¡Dile que me ayude! – Marta, Marta – le contestó Jesús -, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará. (NVI) Lucas 10:39-42