“Dios mío, pero ¿y si llueve?”

Un paráguas en día lluvioso

No sé qué tan real sea esta historia, pero los registros indican que realmente sucedió. Se dice que en la Segunda Guerra Mundial, el mayor Digby Tatham-Warter luchó con una pistola en una mano y un paraguas en la otra. Sin entenderlo, el teniente Patrick Bernett le habría dicho al mayor:
– “Este paraguas no servirá contra la artillería alemana“.
Y la respuesta del Mayor Warter se habría hecho famosa y se repite hasta el día de hoy:
– “Dios mío, pero ¿y si llueve?
Para enriquecer aún más la pintoresca historia, el comandante Warter habría tomado un tanque de guerra alemán clavando el paraguas en el ojo del conductor.

Una cosa que he aprendido de Dios durante estos años es esto: Nuestro Señor es un Dios creativo. Así como no necesitó espadas y lanzas para que Gedeón derrotara a los madianitas (Jueces 7), también puede usar un paraguas para ganar una guerra.

A menudo no servimos a Dios porque creemos no tener todos los “recursos”. Estamos estancados, esperando el mejor momento, la mejor herramienta, el tiempo para hacer o aquel curso terminado. Olvidamos que la obra no es nuestra, es de Dios. Él utilizará lo que esté disponible, porque no se limita a nuestras condiciones y circunstancias y Su creatividad es infinita. Él utilizará un paraguas o antorchas, frascos vacíos o trompetas. ¡Y lo hará!

Oración: Señor, quiero ser utilizado por ti, tenga los recursos o no. Úsame señor. ¡Amén!

Versículo base: Aquella noche el Señor le dijo a Gedeón: ‘Levántate y baja al campamento, porque voy a entregar en tus manos a los madianitas. (NVI) Jueces 7:9

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