Es normal pensar que Dios está en silencio. Y surge la pregunta: ¿por qué Dios no me habla? Pero la gran verdad es que Dios te está hablando. De hecho, no deja de hablar. Está gritando, pero tú y yo no escuchamos.
Dios nos habla a través de su creación, porque “los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos.” (Salmo 19: 1). Al mirar su creación, puedo escuchar su voz diciendo que tiene el control de todas las cosas y que “el Señor va a realizar grandes prodigios entre ustedes”. (Josué 3: 5). Él nos habla a través de las aves del cielo, que “no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta” (Mateo 6: 26) y nunca nos faltará nada, porque Él es nuestro Jehová Jire, el Dios que provee. El también nos habla cada amanecer para decirnos que siempre es posible comenzar de nuevo, que cada día es una nueva oportunidad, porque “sus misericordias se renuevan cada mañana” (Lamentaciones 3:23).
Cuando abro la Biblia y busco su palabra, puedo escuchar claramente su voz que dice: “Yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”. (Jeremías 29:11).
Nuestro Dios nunca calla porque “su brillantez es la del relámpago; rayos brotan de sus manos; ¡tras ellos se esconde su poder!” (Habacuc 3: 4).
Entonces, incluso en un relámpago, puedo ver el poder de mi Dios y escuchar su voz.
Oración: Señor, quiero estar atento para escuchar tu voz. Porque sé que me hablas todo el tiempo. Amén!
Versículo base:“Pero ustedes no creen porque no son de mi rebaño. Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.” (NVI) Juan 10: 26-27
Bernardo Reinke es brasileño, cristiano, miembro de la Iglesia Cuadrangular Carismática, en Ibague, Colombia. Nació y creció en un hogar cristiano, y comparte diariamente sus experiencias con Dios a través de devocionales simples, directas y prácticas.
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