Después de Dios, nada es más importante que la familia
Ocurrió en 2019, en Nueva York, en Estados Unidos. Un hombre, cuyo nombre no fue revelado, estaba limpiando el sótano de su casa, cuando decidió tirar a la basura gran parte de lo que había allí. Entre todas las cosas que fueron botadas, estaba un viejo álbum de fotos.
Unos días después, viendo las noticias, el hombre se enteró de que fotos de los primeros vuelos de los hermanos Wright se estaban vendiendo a un alto precio. Pronto recordó que en el viejo álbum de fotos que había tirado, había una foto de este hecho histórico. Inmediatamente, el hombre se puso en contacto con el departamento de saneamiento de la ciudad y pudo recuperar su álbum. Y aunque varias fotos ya estaban dañadas por la exposición a la basura, pudo comercializar su foto de los hermanos Wright, así como algunas otras que estaban en el álbum, por un alto valor.
Con mucha frecuencia, no valoramos algo, simplemente porque no sabemos el real valor que tiene. Y cuando comprendemos el valor que tenía, hacemos todo lo posible por recuperarlo. A veces será demasiado tarde, en otras todavía habrá tiempo.
Te invito a tomar unos minutos de tu tiempo ahora y reflexionar sobre el valor que le has dado a todo en tu vida. ¿Qué lugar ha ocupado Dios en tu vida? ¿Dónde está su familia en su lista de prioridades?
Después de Dios, nada es más importante que la familia. Ella es la base de todo ser humano. Una familia en desorden es igual a una vida en desorden. En la familia somos moldeados, se forma nuestro carácter, se revelan nuestras virtudes y defectos. Y allí es el lugar para encontrar y proveer paz, consuelo y seguridad. Y por eso Pablo, en 1ª Timoteo 5, versículo 8, dice que “si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo“.
Todavía hay tiempo para valorar lo que realmente tiene valor. Todavía estás a tiempo de cuidar a tu familia.
Oración: Señor, quiero valorar lo que realmente importa, especialmente mi relación contigo y a mi familia. Amén.
Versículo base: Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. (NBA2005) 1 Timóteo 5:8