Desconociendo la infinita gracia de Dios
Hoy es el cumpleaños número 23 de Erling Haaland, delantero noruego, jugador del Manchester City. Pero quiero contar la historia de su padre, Alf Inge Haaland, quien también fue futbolista profesional y que, al igual que su hijo, jugó en el Manchester City.
En 1997, Alf Inge Haaland jugaba en el Leeds United. Y el 27 de septiembre de ese año, Leeds enfrentaba al Manchester United. En ese partido, Haaland disputó un balón con el centrocampista Roy Keane, que cayó. Haaland pensó que estaba fingiendo una lesión y le dijo algunas palabras duras al jugador caído. Lo que Haaland no sabía, era que Roy Keane se había roto los ligamentos de la rodilla y estaría fuera de juego durante algunos meses.
Pasaron los años y ahora Haaland ya jugaba en el Manchester City. Y el 21 de abril de 2001 volvió a enfrentarse al Manchester United de Roy Keane. Lo que Haaland no sabía era que el jugador del United guardaba un profundo rencor por su lesión en 1997. Y en un determinado momento del partido, Roy Keane hizo una dura entrada a Haaland y salió expulsado. Antes de abandonar el campo, Roy Keane se acercó al jugador y le dijo:
– “Esta es para ti bastardo. Nunca volverás a hablar de lesiones fingidas”.
Desde ese día, Haaland nunca más pudo jugar al fútbol como solía hacerlo y jamás volvió a jugar los 90 minutos completos de un partido. Haaland se retiraría prematuramente del fútbol.
Más tarde, en su propia autobiografía, Roy Keane reconoce que golpeó intencionalmente a Haaland, y en una entrevista dijo que no se arrepentía:
– “El que lo hace paga. Tuvo su recompensa. Lo que va, vuelve. Me hirió y conmigo es ojo por ojo. Hay muchas cosas de las que me arrepiento en mi vida, pero esta no es una de ellas”
Una historia como esta pesa en mi corazón. Saber que Roy Keane guardó rencor durante casi 4 años, para vengarse y que aún 20 años después, no se ha arrepentido, revela su total ignorancia cuanto a la gracia infinita de Dios.
Cuanto más comprendemos la gracia de Dios, más fácilmente comprendemos a las personas que nos rodean y más rápidamente perdonamos. Y cuanto más lejos estemos de conocer la gracia del padre, más duro será nuestro corazón.
¿Tienes un corazón duro, al que le cuesta perdonar? Entonces necesitas recordar:
Merecias la muerte, pero recibiste gratuitamente la vida eterna – “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor”. Romanos 6:23
Eres salvo, sin merecerlo – “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios.” Efesios 2:8
La gracia es para todos – “Pues la gracia de Dios ya ha sido revelada, la cual trae salvación a todas las personas”. Tito 2:11
Si tal gracia te alcanzó, ¿por qué no extenderla a tu prójimo?
Oración: Señor, quiero ser alguien que extienda a mi prójimo la gracia que recibo de ti. Amén.
Versículo base: Que la gracia del Señor Jesús sea con el pueblo santo de Dios. (NTV) Apocalipsis 22:21