Desconectar para conectar
Este año, tuve la oportunidad de ir al colegio de mi hijo menor, para un evento preparado para el Día del Padre. Meses antes, mi esposa tuvo la oportunidad de asistir a un evento similar, del Día de la Madre. Lo primero que nos llamó la atención, fue la ausencia de algunos padres. Mientras que, en el evento del Día de la Madre estuvieron absolutamente todas presentes (sí, no faltó ninguna madre), en el evento del Día del Padre, no pasó lo mismo. De un total de 20 alumnos, estuvieron presentes 14 padres.
Estando allí, observaba las miradas de los niños que no tenían a sus padres allí. Intenté imaginar sus pensamientos y sentimientos, y confieso que una profunda tristeza invadió mi alma. No sé las razones por las cuales, algunos de esos 6 padres ausentes, no pudieron estar y no pretendo juzgar a nadie. Pero lo cierto, es que su ausencia fue sentida, manifestada en las miradas de cada uno de esos niños y niñas.
Otro detalle que me llamó poderosamente la atención: la gran dificultad que enfrentaron los padres para desconectarse de sus celulares. Uno de los padres estuvo fuera de la reunión, hablando por teléfono, durante los primeros 15 minutos del evento. Otro padre, incluso dentro de la sala, seguía hablando por teléfono, en una llamada de trabajo. Otros enviaban mensajes por whatsapp, y otro padre, sentado a mi lado, envió un audio diciendo: “Espérenme, que aqui no me demoro ni 30 minutos“. La reunión apenas había comenzado, pero ese papá, pensaba que no debía durar más de 30 minutos.
Me quedé pensando en lo difícil que nos resulta a los hombres, desconectarnos del trabajo, un jueves por la mañana, para estar con nuestros hijos. Qué difícil es desconectar del trabajo, para conectar con un niño y vivir ese momento, por más sencillo que sea, de forma plena e intensa. Honro a todos los padres que hicieron un esfuerzo por estar ahí, pero realmente hay que estar ahí. Es necesário desconectar para conectar.
Esta reflexión es para ti papá: elige momentos para desconectarte de todo y conectar con tus hijos. Reserva un tiempo, cada semana, y sorprende a tus hijos estando con ellos, al 100%, plena y completamente. Ellos esperan por este momento, aún que no lo pidan. Llévalos a comer una pizza (solo papá e hijos) o a patear una pelota en el parque. Deja tu celular y trabajo en casa. Y sorpréndete con los resultados.
Oración: Señor, reconozco que no me he desconectado para conectarme con mis hijos. Perdóname Señor, y ayúdame a ser un padre más presente en sus vidas. Amén.
Versículo base: Aquellos que se niegan a cuidar de sus familiares, especialmente los de su propia casa, han negado la fe verdadera y son peores que los incrédulos. (NTV) 1 Timoteo 5:8