¡De repente será destruido, y no podrá evitarlo!
Pol Pot fue el primer ministro de Camboya de 1976 a 1979. Defensor del igualitarismo total, durante su gobierno se eliminó el dinero y toda la población se vio obligada a usar la misma ropa negra. Los enemigos de su gobierno fueron asesinados a plena luz del día. Los asesinatos masivos, combinados con la desnutrición de la población y la ausencia total de un sistema mínimo de salud fueron responsables de la muerte de casi 2 millones de personas. Se estima que entre el 21% y el 24% de la población de Camboya murió, solo durante su gobierno.
Pol Pot moriría, el 15 de abril de 1998, mientras dormía. Se acostó y nunca se despertó. Y si a primera vista parece una muerte placentera para alguien tan cruel, me recuerda el texto de Proverbios 6, donde dice que al malvado “le sobrevendrá la ruina; ¡de repente será destruido, y no podrá evitarlo!”.
No sé ustedes, pero no suelo acostarme pensando que nunca me despertaré. Pero así es como viene la destrucción del impío. Llega de repente, sin previo aviso, sin anticipación.
No creas que el impío no cosechará lo que siembra. Puede parecer que no va a pasar nada. Y en un abrir y cerrar de ojos, de repente, vendrá tu destrucción.
Oración: Señor, no quiero ser como el hombre malo que de repente es destruido. Mi deseo, Señor, es vivir de acuerdo con tu palabra y tus enseñanzas. ¡Amén!
Versículo base: El bribón y sinvergüenza, el vagabundo de boca corrupta, hace guiños con los ojos, y señas con los pies y con los dedos. El malvado trama el mal en su mente, y siempre anda provocando disensiones. Por eso le sobrevendrá la ruina; ¡de repente será destruido, y no podrá evitarlo! (NVI) Provérbios 6:12-15