Cueste lo que cueste

Por un hijo hacemos cualquier cosa, cueste lo que cueste. ¿ No es cierto?
Dios es así también. Por su hijo, fue a las últimas consecuencias. Y no, no estoy hablando de Jesús. Estoy hablando de USTED. Para salvarte a ti, a quien Dios considera cómo hijo, envió a su amado hijo a morir en una cruz. Se pagó el precio más alto para que tú y yo pudiéramos ser hermanos en Cristo.
Y si usted y yo, siendo malos, podemos hacer cualquier cosa por nuestros hijos, ¿cuánto más nuestro Dios, siendo bueno, no lo hará por nosotros? Lee Mateo 7: 9-12. Esa es la esperanza que debemos tener, la de saber que nuestro Dios está dispuesto a ayudarnos, cueste lo que cueste.
Oración: Señor, confío en ti y sé que estás listo para ayudarme, cueste lo que cueste. Amén!
Versículo base: “¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.” (NVI) Mateus 7: 9-12