Cuando su corazón se volvió arrogante y orgulloso

Vera Menchik fue una jugadora de ajedrez checa, la primera campeona mundial femenina, en 1927. Además de ganar todas las competiciones femeninas que jugó, también compitió con hombres. En 1929, el jugador Albert Becker intentó burlarse de ella y declaró: “Quien pierda con esta mujer, será miembro del ‘Vera Menchik Club'”. Quiso el destino que él fuera el primer miembro del club, pues perdió contra Vera, como también perdieron Jacques Mieses, Frederick Yates, Friedrich Sämisch, Max Euwe y Edgar Colle.

Este evento me recuerda el texto de Daniel, en el capítulo 5, versículo 20: “Cuando su corazón se volvió arrogante y orgulloso, se le arrebató el trono real“. La arrogancia de Albert Becker hizo que intentara ridiculizar a su oponente, porque era una mujer. Sin embargo, esa misma arrogancia lo destituyó de su trono de orgullo. Fue el primero en unirse al “club” de la vergüenza que el mismo creó.

Hay un dicho popular que dice que “por la boca muere el pez“. Que tú y yo usemos nuestra boca solo para reconocer las cualidades y virtudes de las personas que nos rodean y jamás para ridiculizarlas.

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Oración: Señor, saca de mi corazón toda arrogancia o sentimiento de superioridad que pueda tener. Para que mi boca no diga cosas que hagan menos a las personas que me rodean. ¡Amén!

Versículo base: Pero, cuando su corazón se volvió arrogante y orgulloso, se le arrebató el trono real y se le despojó de su gloria (NVI) Daniel 5:20