¿Cuándo es el momento de huir?
Algo que todos deberíamos saber sobre los tsunamis es esto: la primera ola de un tsunami no suele ser la más fuerte. Las próximas olas ciertamente serán más grandes y más fuertes. Por lo tanto, nunca piense en quedarse gravando con un celular a un tsunami. Cuando venga la primera ola, solo corre. Y corre mucho, porque un tsunami puede alcanzar hasta 805 kilómetros por hora. Es decir, si no comienza a moverse lo antes posible, puede que sea demasiado tarde.
Hay momentos en la vida en que lo único que se puede hacer es huir. Poco después del nacimiento de Jesús, un ángel se le apareció a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. Siempre que leo este texto, me pregunto por qué Dios simplemente no impidió que Herodes encontrara a Jesús. Ciertamente, Dios tenía el poder de hacer cualquier cosa, como cegar a los soldados, hacer que José y María fueran invisibles con el niño o incluso enfermar a Herodes. Pero Dios decidió ordenar que huyeran. Y con este texto solo puedo aprender que hay momentos en la vida en los que sí, es necesario escapar.
¿Cómo saber entonces cuándo es el momento de huir? También aprendo en el texto: cuando es una orientación del Espíritu Santo. José y María no eligieron huir porque tuvieran miedo, no fue un acto de la carne, de su ansiedad o de sus miedos, sino que fue la guía de Dios. Simplemente huyeron porque fue ordenado por Dios.
Por eso es tan importante tener una relación íntima con Dios y el Espíritu Santo. Sólo entonces podré saber si mi “escape” es la guía de Dios o el resultado de mis miedos y ansiedades. Pero sí, hay momentos para huir. Sin embargo, serán tan raros, como enfrentarse a un tsunami o ante la orden de Dios.
Oración: Señor, no quiero ser uno de los que se escapan. Pero sé que habrá ocasiones en las que sí, será necesario. Quiero discernimiento para saber cuándo. ¡Amén!
Versículo base: Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Cuando ya se habían ido, un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: ‘Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.’ (NVI) Mateo 2:12-13