¿Cómo has estado usando tu la tecnología?
Todos quedamos sorprendidos por el alcance del Coronavírus, que mató a miles de personas en todo el mundo. Y quizás sea importante recordar, una de las epidemias más mortales en la historia de nuestro planeta: la gripe española de 1918. Puede que no lo sepas, pero esta epidemia mató a entre 17 y 50 millones de personas en todo el mundo, entre 1918 y 1919. La falta de datos precisos indica que incluso podría haber llegado a casi 100 millones de muertes, cerca del 5% de la población mundial. Las estimaciones indican que aproximadamente 500 millones de personas estaban infectadas con el virus, cerca del 27% de la población del planeta en ese momento.
La falta de medios de comunicación masivos en aquellos tiempos, como los que tenemos hoy, hizo que la gripe española adquiriera proporciones gigantescas. Por eso, hoy somos afortunados de tener acceso a información rápida y poder tomar los cuidados adecuados a tiempo, como muchos lo hicieron durante la pandemia. ¿Cuál hubiera sido el impacto de Coronavírus en el mundo, sin internet o la televisión? Ciertamente sería mucho más grande y lo que pasó en 1918 nos dá unas pistas.
Todo el desarrollo tecnológico de la humanidad, como la comunicación, la internet o la televisión, existem porque Dios le dio al hombre la sabiduría para crearlos. Dios nos creó capaces de aprender y desarrollar todo lo que existe hoy en nuestro mundo. Por lo tanto, la tecnología es un regalo de Dios para la humanidad, si sabemos cómo usarla sabia y responsablemente.
Ese tema incluye todo lo que publicamos, compartimos o cómo pasamos nuestro tiempo usando estas tecnologías. Podemos usarlas para nuestro beneficio o podemos usarlas para nuestra propia destrucción y la de los demás.
Luego concluyo con la pregunta: ¿cómo has estado usando tu la tecnología?
Oración: Señor, te agradezco porque la tecnología nos ayuda a enfrentar tragedias como la que ocurrió en 1918. También quiero hacer buen uso de la tecnología en mi vida. Amén!
Versículo base: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (NVI) Efésios 2: 10