Christopher Reeve, el superman

Mi generación creció viendo películas de Superman en los años 80 y principios de los 90, donde Christopher Reeve interpretaba al hombre de acero. Era prácticamente imposible, en ese momento, pensar en otro actor para interpretar al superman. ¿Te acuerdas?

Increíblemente, y como si fuera una mala broma del destino, Christopher Reeve se cayó de un caballo el 27 de mayo de 1995 y quedó parapléjico. Tenía tan solo 42 años. El superman, el hombre de acero, aquel que durante toda su vida interpretó a un hombre invencible, ahora estaba en una silla de ruedas debido a una estúpida caída de un caballo. Todavía, Crhristopher Reeve moriría en 2004, a los 52 años, por cuenta de una infección.

A veces la vida puede tratar de mostrarnos lo frágiles que somos. Nuestros cuerpos, hoy fuertes y saludables, pueden debilitarse mañana. Cuando menos pensamos, vemos cuán frágil puede ser la vida y cuán vulnerables somos a un mundo de enfermedades, accidentes y tragedias. No somos superhombres.

Sin embargo, cuando ponemos nuestra esperanza en Dios, aunque nuestro cuerpo se debilite, nuestro espíritu seguirá siendo fuerte. “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”, Salmo 73:26. Cuando me siento débil, cuando siento que me falta fuerza, cuando creo que la carga es demasiado grande para llevarla, necesito recordar que tengo a alguien que me puede ayudar. “Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades”, Hebreos 4:15.

Aunque mi cuerpo se debilite, en Dios está mi fuerza y ​​mi herencia.

Oración: Señor, aunque mi cuerpo se debilite, mi fuerza está en ti. Amén!

Versículo base: “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.” (NVI) Salmos 73:26