Antes del hombre, Dios ya hizo

En la década de 1990, el tren bala surgió en Japón. Los primeros modelos, sin embargo, tenían un problema importante: cada vez que el tren bala entraba en un túnel, empujaba aire y lo comprimía en la parte delantera del túnel, forzando a esta gran cantidad de aire a salir del túnel, emitiendo un rugido de explosión que asustaba y perturbaba a los vecinos y a las personas cercanas a los túneles.
Uno de los ingenieros y diseñadores del tren bala, también era un observador de aves. Observó que un determinado pájaro, llamado “Martínez Pescador”, tenía la capacidad de sumergirse en un lago o río a gran velocidad, sin siquiera salpicar agua hacia los lados. Este pájaro tenía un pico ancho y aerodinámico y este ingeniero pensó que si el tren bala tuviera su parte delantera con la forma del pico del pájaro, eliminaría el ruido del tren saliendo del túnel. Y funcionó perfectamente.
Amados míos, antes de que el hombre haga o cree algo, el Señor ya lo ha hecho. Antes que el hombre piense, el Señor ya pensó. Antes de que el hombre lo diseñara, el Señor ya lo diseñó. Las respuestas que buscamos se encuentran en la naturaleza, en la creación, porque el Señor ya lo hizo antes que el hombre.
Por eso dice la palabra de Dios que “Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos.” La naturaleza grita y proclama en voz alta, cada día, la grandeza de nuestro Dios.
Oración: Señor, veo tu grandeza a través de la creación. Te doy gracias porque puedo encontrar respuestas en tu creación y descansar en ti. Amén.
Versículo base: Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento despliega la destreza de sus manos. Día tras día no cesan de hablar; noche tras noche lo dan a conocer. Hablan sin sonidos ni palabras; su voz jamás se oye. (ACF) Salmos 19:1-3