Amó Dios al mundo

Sol en formato de corazón sob el água.

Estaba leyendo un artículo sobre relaciones y traía una controversa reflexión, pero interesante. El artículo afirmaba que todas las relaciones son por interés. Por supuesto, el ejemplo más común y clásico son hombres ricos con mujeres jóvenes atractivas, donde el hombre está interesado en la belleza y la juventud y la mujer en el dinero. Sin embargo, el artículo decía que hay muchos otros intereses detrás de una relación, como la seguridad, la imagen ante la sociedad, lo “mejor” para los niños e incluso no pasar por la vejez solos, aún cuando ya no hay amor. Finalmente, el artículo concluyó que el amor solo puede considerarse la base de una relación, cuando no hay nada más importante que él, nada que venga primero.

Estaba pensando entonces que si hay una relación en la que, posiblemente, la base es el amor, es la relación de Dios con el hombre. Porque no hay otra razón por la que Dios pueda desear una relación con nosotros, que no sea el amor. Finalmente, no tenemos nada que ofrecerle a Dios. No podemos ofrecer dinero, porque Él es dueño del oro y de la plata. No tenemos la capacidad de ofrecer seguridad, ya que nuestra fuerza es limitada y ni siquiera compañía, ya que somos mortales. No tenemos nada de valor que ofrecer. No hay posibilidad de una relación de “interés” de parte de Dios con nosotros.

Quizás pensaste que el “interés” de Dios en nosotros es nuestra “alabanza”, sin embargo, los ángeles le cantan alabanzas por toda la eternidad, por lo que tampoco las necesita.

Luego, podemos concluir que Dios desea tener una relación con nosotros por AMOR. Simplemente por amor. Y esto es lo que leemos en el versículo más conocido de la Biblia: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, mas tenga vida eterna”. Dios nos amó tanto que no negó a su propio hijo para que pudiéramos estar con Él en la eternidad.

Qué privilegio tenemos al saber que es el AMOR lo que mueve a nuestro creador a buscar una relación con nosotros.

Oración: Señor, gracias por que tu amor por mí es real y auténtico, aun cuando no tengo nada que ofrecerte. ¡Amén!

Versículo base: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. (NVI) Juan 3:16

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *