Algo anda mal con el mundo
Algunas estadísticas dicen que en los Estados Unidos hay más casas vacías que personas viviendo en las calles. También en Brasil, en 2017, el urbanista Edésio Fernandes presentó un estudio que muestra que en Brasil hay 7 millones de familias sin hogar y más de 6 millones de hogares que han estado vacantes durante más de 10 años.
No soy comunista, pero datos como este muestran que hay algo mal en nuestro mundo. No se planifica ni se piensa dónde vivirán los pobres. Y a nadie le importa. Tampoco a mi, lamentablemente.
Proverbios 19: 7 ya decía: “Si al pobre lo aborrecen sus parientes, con más razón lo evitan sus amigos. Aunque los busca suplicante, por ninguna parte los encuentra” Pero a su vez, el verso 17 dice: “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.”
No tengo respuestas, no sé qué hacer para ayudar a los necesitados. Pero sé que Dios no está satisfecho con mi indiferencia hacia ellos. Porque “quien cierra sus oídos al clamor del pobre, llorará también sin que nadie le responda”, dice Proverbios 21: 13.
Entonces, ¿qué vamos a hacer tú y yo?
Oración: Señor, no quiero ser indiferente con los necesitados. Quiero ser sensible a sus necesidades y saber cómo ayudar. Amén!
Versículo base: “Supongamos que un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse y carecen del alimento diario, y uno de ustedes les dice: ‘Que les vaya bien; abríguense y coman hasta saciarse’, pero no les da lo necesario para el cuerpo. ¿De qué servirá eso?” (NVI) Santiago 2: 15-16