“Ahora ve y haz lo mismo”

Un día, un maestro de la ley quiso encontrar alguna prueba contra Jesús y preguntó:
–“Maestro, ¿Qué debo hacer para obtener la vida eterna?”
Pero Jesús, conociendo el corazón del hombre, le devolvió la pregunta:
– “¿Qué dicen las Sagradas Escrituras sobre esto? ¿Y cómo entiendes lo que dicen?”
Y el hombre respondió:
– “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Entonces Jesús quiso terminar la discusión y dijo:
– “¡Tu respuesta es correcta! Haz esto y vivirás”.
Pero aquel hombre, queriendo justificarse, preguntó:
– “¿Pero quién es mi prójimo?”
Jesús enseñaba a través de parábolas, porque sabía que un ejemplo práctico enseña más que cualquier otra cosa. Así, ante la nueva pregunta, Jesús contó la parábola que ahora se conoce como “el buen samaritano”, que relata la historia del judío que fue atacado por ladrones y dejado casi muerto. Tendido en el camino, un sacerdote y un levita lo ignoraron. Pero lo atendió un samaritano, que para los judíos era una persona inferior. Jesús, después de contar la historia, le pregunta a aquel hombre:
— “En su opinión, ¿Cuál de estos tres fuel el prójimo del asaltado?”
— “¡El que lo ayudó!” — respondió el maestro de la Ley.
Y luego Jesús le habla a ese maestro de la ley, pero también a ti y a mí:
– “Ahora ve y haz lo mismo”.

Mi amado hermano, ahora ve y haz lo mismo. No ignores a tu hermano necesitado. No dejes de hacer el bien si sabes que alguien lo necesita. No lo pospongas ni pienses que “alguien hará algo por él“. Hazlo tu mismo.

Oración: Señor, quiero ver la necesidad de mi prójimo y extender mi mano. Quiero hacer el bien cuando sé quién lo necesita. Amén.

Versículo base: Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo del hombre atacado por los bandidos? —preguntó Jesús. El hombre contestó: —El que mostró compasión. Entonces Jesús le dijo: —Así es, ahora ve y haz lo mismo. (NTV) Lucas 10:36-37