Yo veo las cualidades invisibles de Dios

Ivan Ivanovich tuvo el privilegio de viajar dos veces al espacio a bordo de una nave espacial rusa. La primera vez fue el 9 de marzo de 1961 y la segunda, apenas 17 días después, el 26 del mismo mes. Sin embargo, el astronauta Ivan Ivanovich no informó nada a su regreso, ni le contó a nadie lo que vio en el espacio, no habló de las maravillas de la creación de Dios y de hecho, no mostró rastro de alegría o satisfacción por haber conocido el universo. Pero, ¿por qué tanta indiferencia? Simple, porque Ivan Ivanovich era tan solo un muñeco sin vida.

Sabiendo que Ivan Ivanovich (cuyo nombre sería algo así como “Don Nadie” en ruso) era tan solo un muñeco, puedo entender su indiferencia por las maravillas del espacio. Lo que no puedo entender es un ser humano que no se maraville de la creación de Dios, que está ante sus ojos, todos los días.

La Biblia dice en el texto elegido para hoy que las cualidades invisibles de Dios se pueden ver en la creación. Por lo tanto, al contemplar la creación de Dios, puedo ver todo su poder, gloria y majestad. Y al ver el trabajo de sus manos, puedo entender que mis problemas son demasiado pequeños ante su poder y soberanía.

Si no te has maravillado de la creación de Dios, te invito a que salgas de tu casa o departamento para contemplar la obra del creador y hablar con Él. Estoy seguro de que tendrás una experiencia real con Él, a través de la creación.

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Oración: Señor, quiero aprender a verte en tu creación, porque ella dice quién eres. ¡Amén!

Versículo base: Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón. (NVI) Romanos 1:20-21