Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos

¿Alguna vez imaginó escribir el mismo libro dos veces? Bueno, eso fue exactamente lo que tuvo que hacer el filósofo escocés Thomas Carlyle. Se dice que en 1832, Carlyle envió los originales de su obra “La Revolución Francesa” a un amigo y también escritor llamado John Stuart Mill, ya que quería conocer su opinión sobre la obra que acababa de escribir. Algunos días después, el Sr. Mill le ordenó a su empleada que limpiara la oficina. La criada entendió que debía tirar todos los papeles de su mesa y eso fue exactamente lo que hizo. Y el trabajo completo de Carlyle terminó en la basura. Cuenta la historia que Carlyle tuvo que reescribir todo el libro y el mismo solo se publicó hasta 1837.

Jesús enseñó sobre cosas que deberíamos hacer dos veces. “Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos”, dijo Jesús en Mateo 5:41. También dijo que si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Sí, te llevarás dos bofetadas. Dijo aún, que si te piden tu capa, entrega también la camisa. Hazlo en doble.

No debe ser interesante o divertido escribir el mismo libro dos veces. Tampoco debe ser recibir dos bofetadas o caminar una milla extra con alguien que no haría lo mismo por nosotros. Sin embargo, es lo que haría Cristo. Y lo que su palabra nos enseña a hacer.

Mi deseo es agradar a Cristo! ¡Y servirle siempre! En doble y tantas veces como sea necesario.

Oración: Señor, ¡quiero servirte! Quiero cumplir tu palabra y hacer dos veces (o más), lo que sea necesario. ¡Amén!

Versículo base: “Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda.” (NVI) Mateo 5:38-42